miércoles, 28 de abril de 2010

a la caza del voto

Un respiro, al menos temporal, para los regantes del trasvase. Nos jugábamos mucho con la pretensión del proyecto de Estatuto de Castilla-La Mancha, arrogándose competencias que constitucionalmente corresponden al Gobierno, de incluir una reserva de agua de 4.000Hm3, lo que vendría a significar una sentencia de muerte del Trasvase Tajo-Segura.

Desgraciadamente, ese intento de adueñarse de los rios por el mero hecho de discurrir por un territorio, permitido, no digo ya alentado, por el gobierno de la nación, ya tiene su reflejo en  Aragón, donde en su Estatuto, en vigor, contempla una reserva de agua incluso mayor, con el fin de impedir cualquier proyecto de trasvase desde el Ebro.

Ya en otras entradas hemos hablado de El Señor de las Aguas de Castilla y del Emperador del Ebro.
 El campo al servicio de la promocion de los políticos.