De nuevo el agua para riego en el Segura, Azud de Alfeitamí, con una conductividad cercana a los 3,5 mS/cm. Las intenciones de la CHS en relación con la Vega Baja son cada vez más claras: dejarla sin agua del rio y que se abastezca exclusivamente de agua de pozo o desalada. Las consecuencias ya están a la vista: pérdida de arbolado y abandono de cultivos.
El hecho de que las reservas de agua propia de la cuenca se encuentre a unos volúmenes muy superiores a la media de los últimos diez años no es impedimento para seguir envenenando las tierras alicantinas.
Son unos verdaderos sinvergüenzas que necesariamente habrá que llevar a los Tribunales y es muy lamentable que, entretanto, la Generalidad no actúe en defensa de los derechos de la Comunidad sobre el agua del Segura.
Esta claro que con esa calidad del agua de riego todo el arbolado de la Huerta desaparece. Pero a todo esto los directivos de los regantes de la Huerta que dicen
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