sábado, 5 de diciembre de 2009

manifiesto de Guardamar del Segura


Organizaciones profesionales, Juzgados Privativos de Agua, Sindicatos de riego y más de una treintena de instituciones, asociaciones y científicos han firmado un documento que aboga por defender y mantener los sistemas de regadio tradicional como clave para el futuro ambiental, social y económico del campo de las comarcas del Baix Vinalopó y la Vega Baja del Segura:

MANIFIESTO DE GUARDAMAR

Reunidos el 24 de noviembre de 2009 en Guardamar del Segura, en los humedales del sur
de Alicante, donde, después de vivificar nuestro territorio, desemboca el río Segura, cerca de donde lo hacen algunos de los principales azarbes del Baix Vinalopó y de la Vega Baja.
Sabedores de la importancia que para la sostenibilidad del medio ambiente, el territorio,la economía, la sociedad, la riqueza paisajística y las señas de identidad suponen las acequias, los azarbes y, en su conjunto, los sistemas de regadío tradicionales del sur valenciano, forjados a lo largo del último milenio.
Con el deseo de que los agentes sociales sin vinculación política, tanto a nivel colectivo como individual, se adhieran al manifiesto que queda depositado en la Asociación para el Desarrollo Rural del Campo de Elche.

Manifestamos:

Desde nuestro conocimiento del medio ambiente, la vida rural, su historia y su cultura,que constituyen un patrimonio ambiental y humano ingente, único en el mundo, ligado a unsistema de regadío de características singulares y fruto de una sabiduría hídrica multisecular.
Reconociendo la labor desarrollada por los agricultores durante siglos.
Sintiéndonos responsables de la conservación de este medio y de su transmisión a las
generaciones futuras, a las que no podemos privar de esta herencia.
Ante la constatación de la rápida degradación de estos enormes valores en los últimos
años, como documentan abundantemente los estudios científicos y la misma percepción de los ciudadanos.
Constatando asimismo que las administraciones responsables no están siendo capaces de
frenar este deterioro y recordando que, como establece nuestra Constitución en su artículo 45,toda política ambiental ha de basarse en la solidaridad colectiva, lo que requiere una reacción y la participación activa de la sociedad civil y de sus instituciones investigadoras, agrarias,ambientalistas y culturales.
Ante las perspectivas que se abren por los nuevos procesos de planificación emprendidos por las administraciones competentes consecuencia a su vez de las exigencias impuestas por directrices europeas como la Directiva Marco de Aguas o el Convenio Europeo del Paisaje.
Queremos hacer constar la necesidad urgente de:
1- Promover la defensa de la red de acequias y azarbes como elementos vertebradores delterritorio, responsables del devenir histórico y de la forma de vida de las comarcas del sur de Alicante.
2- Mantener los sistemas de riego tradicionales como elementos clave para el medio ambiente, con la adecuada incorporación de técnicas y medios que permitan el
sostenimiento de la vida agraria, compatibles con los usos agrícolas inmemoriales y con el desarrollo de una agricultura moderna, económica y ambientalmente sostenible.
3- Proteger y defender el paisaje rural como expresión de la interacción del hombre y su entorno, forjada durante el último milenio y cuya expresión por excelencia son los huertos de palmeras, el campo y la huerta del Baix Vinalopó y la Vega Baja del Segura.
4- Valorar y promover el conocimiento del medio rural, y fomentar la restauración del rico y variado patrimonio cultural asociado.
5- Reconocer los valores de la vida rural, y promover la defensa de los usos tradicionales agrícolas, ganaderos, cinegéticos y pesqueros sostenibles.
6- Fomentar actividades innovadoras, respetuosas con la vida rural, el paisaje y el medio ambiente, que permitan desarrollar de forma sostenible la economía y la sociedad rural.
7- Instar a las administraciones públicas a la implantación de estrategias, políticas e instrumentos que posibiliten el desarrollo rural sostenible de manera eficaz, eliminando los obstáculos administrativos existentes.

"Si este territorio en su estado actual, se altera y se modifica, cambiando los usos y sobretodo, eliminando el eje vertebrador que es la inmensa red de acequias, azarbes y canales subsidiarios, la riqueza y diversidad que alberga se alteraría en muy corto espacio de tiempo y podría suponer cambios ambientales de consecuencias relevantes. Además, estamos en el borde sur del avance de la desertificación, y no podemos permitirnos el abandono de tierras, su salinización por la pérdida de la actividad agrícola y como consecuencia abrir una puerta a la desertificación", asegura Navarro Pedreño,profesor de la UMH,que agrega: "Es necesario mantener la vida rural, con su actividad tradicional y con nuevas perspectivas, reconociendo la importancia de la misma y obteniendo rentas suficientes que permitan vivir con dignidad".

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