el campo español vendido

La grave situación en la que se encuentra el sector de frutas y hortalizas y particularmente la citricultura requiere de una posición firme ante la UE.  De nada sirve poner el acento en la NO actuación del gobierno anterior, que todos conocemos, que posibilitó un acuerdo con Marruecos  "desequilibrado" que "no es el más adecuado para los intereses agrarios españoles". como señala el Ministro Arias Cañete. Es necesaria una rectificación ya que los calendarios, los contingentes concedidos (cuando ya no cumplian los del tratado anterior) y el control de los precios de entrada (también incumplidos) serán de un gran impacto en el sector hortofruticola que lo pueden llevar a su desapación.
En un momento en el que la creación de empleo y aumento de divisas son imprescindibles para la economia española no se puede permitir, bajo nigún concepto, el desmantelamiento de una actividad productiva en aras de una liberalización mal entendida que no es más que competencia desleal en beneficio de las grandes distribuidoras y algunos paises exportadores de lácteos y cereales.
La comisaria de Agricultura Fischer Boel  señalaba en 2009 que se discutia con Marruecos una mejora "recíproca" de las concesiones en materia de agricultura "que permitan crear nuevas oportunidades comerciales beneficiosas para las exportaciones comunitarias y, en particular, para España habida cuenta de su proximidad geográfica". La reciprocidad para España parece que se referia a la disminución de aranceles (que pasa del 50%) a la exportación de chirimoyas a Marruecos. ¡ De cachondeo!
Este es un acuerdo que ataca directamnte a principios de la misma UE, como son la protección de produciones sensibles, la seguridad y sanidad alimentrias, la fijación de la población rural y mantenimiento medioambiental.
Lo dicho en otros comentarios: La mujer del panadero no puede comprar el pan en la panaderia de la esquina ( y con más razón si no sabe como lo fabrica).