La situación del sector es catastrófica y posiblemente esta sea la peor campaña de la historia, que está acarreando pérdidas multimillonarias a los productores.
Las causas que han desencadenado la dura crisis en la que se encuentra sumida la naranja son varias. En primer lugar, es preciso mencionar el incremento de cosecha respecto al ejercicio anterior, la falta de calibre, propiciado por las escasas lluvias y sequedad ambiental y los problemas de rajado y clareta en algunas variedades, la falta de frío, tambien la abundante naranja tipo Navel de Egipto y la sobreproducción de Salustiana en Marruecos que ha inundado el mercado con precios con los que no podemos competir, han propiciado a su vez que el comercio y la gran distribución presionaran los precios a la baja hasta situarlos en niveles irrisorios . Y lo que todavía es peor, esa tendencia negativa de las cotizaciones de las variedades más tempranas se ha ido trasladando a otras variedades.
En conclusión, aproximadamente un 30% de la cosecha, al no encontrar salida en los mercados en fresco,o bien acabará en los árboles, sin recolectar, o en la industria, donde apenas si quedan 2 céntimos por kg. al agricultor.
En cuanto a las clementinas,solo algunas variedades han tenido precios aceptables.
La ineficacia de los planteamientos comunitarios se ven reflejada cuando se presentan coyunturas de mercado adversas y desde Bruselas no son capaces de ofrecer ninguna respuesta satisfactoria, como un régimen especial para retirada de mercancía ante situaciones tan problemáticas como la que estamos viviendo.
Aprovechando que estamos en época de Declaración de Renta hemos de reclamar al Gobierno central que tome buena nota de lo que está sucediendo este año en la citricultura y aplique una sustancial rebaja de los módulos tributarios.
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